El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes
El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

jueves, 11 de junio de 2015

Las Nereidas

Eran las cincuenta hijas de Nereo y de Doris, hija de Océano, consideradas las ninfas del mar. Aunque vivían en el fondo, subían a la superficie para ayudar a los navegantes, entre los más destacados están los Argonautas, a los que acompañaron montadas en unos animales marinos similares a los delfines. Para ser honrados con su ayuda se les ofecían bosques sagrados, altares en las orillas de mares y acantilados, e incluso leche, aceite y miel. Representaban todo aquello que hubiese de hermoso en el mar.

Las más importantes fueron Tetis, mujer de Peleo y madre de Aquiles; Galatea, amante de Acis y que enamoró al cíclope Polifemo, y Anfitrite, mujer del fabuloso Poseidón. Otras nereidas importantes fueron Casiopea, madre de Andrómeda; Calipso, reina de Ogigia; Clicia; Aretusa; Cimotoe; Pánope; Espio; Cimoe y Clímene.

Eran representadas como joviales muchachas desnudas portando a veces coronas de coral, el tridente de Poseidón o pequeños peces de colores, que viajaban cabalgando en caballitos de mar o en delfines. En alguna ocasión se las representó con cola de pez.


" De aquí y allá peñas descomunales y escollos gemelos
contra el sielo amenazan, bajo cuyo pico anchamente
a resguardo está en silencio la mar; además un decorado de bosques cimbreantes
hay por encima, y negra arboleda se cierne con sombra espantable.
Bajo el frente del fondo, una cueva de escollos colgantes,
dentro dulces aguas y asientos de roca viva,
morada de ninfas. Aquí a las naves cansadas maroma
ninguna retiene, no las amarra el ancla con su corva mordida."

La Eneida de Virgilio, libro I versos 162-169.


viernes, 15 de mayo de 2015

Minos

Era hijo de Zeus y Europa, entre sus hermanos estaban Radamanto y Sarpedón. Desde la ciudad de Cnosos, en la isla de Creta, colonizó multitud de islas del mar Egeo, creando una próspera civilización. Poseidón le envió un toro blanco para que fuera sacrificado en su nombre, pero Minos se negó a realizar tal acto y entonces, por deseo del dios del Mar, la desgracia se cernió sobre su familia: su mujer, Pasifae, se enamoró de dicho toro; sus hijas Fedra y Ariadna sufrieron terribles males de amor; y otro de sus hijos, Androgeo, murió prematuramente. De los amores de Pasifae y el toro enviado por Poseidón a Minos, nació el Minotauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro.
Gracias a su enorme potencia militar consiguió de Atenas la promesa de enviarle cada cierto tiempo siete mancebos y siete vírgenes para dar de comer al horrible Minotauro, lo que provocó su enfrentamiento y derrota frente a Teseo. También encerró a Dédalo y a su hijo en una isla, y cuando éstos huyeron, Minos lleno de ira emprendió la persecución de tales personajes. Halló a Dédalo en los reinos de Cocalo y dispuso una enorme flota frente a sus costas amenazando con la guerra si no se lo entregaban.
Entonces, Cócalo ideó una estratagema para vencerle, le invitó con grandes honores a sus posesiones y poco después le llevaron a una sala de baños de vapor, donde los esclavos de Cócalo le retuvieron durante tanto tiempo que se asfixió completamente. Otra versión afirma  que Minos iba planteando en todos los lugares por los que pasaba un acertijo que sabía que sólo Dédalo resolvería. Consistía en averiguar cómo enrollar un hilo a través de una concha de caracol. Cócalo pudo resolverlo con la ayuda de Dédalo, quién ató una fina hebra a la pata de una hormiga e hizo que esta se moviera hasta el final de la concha. Debido al éxito de Cócalo en este enigma, Minos pudo saber que Dédalo se encontraba allí y se preparó para apresarlo, pero las hijas de Cócalo no querían desprenderse de su especial compañía e idearon un plan para  matar al rey Minos, mientras se bañaba gracias a un instrumento creado por el propio Dédalo virtieron sobre él agua hirviendo.
Tras su muerte pasó a ser uno de los tres jueces que sentencian a los muertos en el Hades, junto a Eaco y Radamantis.

En las representaciones artísticas aparece con barba y pelo rizado recogido con una diadema, altivo y solemne como las representaciones de su padre Zeus.




La Odisea canto XIX, 178: " En medio del vinoso Ponto, rodeado del mar, hay una tierra hermosa y fértil, Creta; y en ella muchos innumerables hombres, y noventa ciudades, Allí se oyen mezcladas varias lenguas, pues viven en aquel pais los aqueos, los magnánimos cretenses indígenas, los cidones, los dorios, que estan divididos en tres tribus, y los divinos pelasgos. Entre las ciudades se halla Cnosos, gran población, en la cual reinó por espacio de nueve años Minos que conversaba con el gran Zeus y fue padre de mi padre, del magnánimo Deucalión."

miércoles, 18 de marzo de 2015

Narciso

Era un joven muy bello, hijo del río Céfiso y de la ninfa Liríope. Debido a su gran belleza todas las personas que le rodeaban, incluidos muchachos, se enamoraban de él, pero Narciso rechazaba a todos con idéntico desdén. Una de las mujeres que sufrió su abandono fue la ninfa Eco, quien se consumió en unas rocas intentando consolar su sufrimiento.
A causa de los males que Narciso había provocado a Éco, la diosa de la Venganza divina, Némesis, castigó a Narciso haciendo que se enamorara de sí mismo. Un día que se acercó a un río a beber, a través de su propia imagen reflejada en las aguas se quedó fascinado. Pasó mucho tiempo en esta posición, y sujeto por su pasión, terminó tirándose a las aguas, muriendo ahogado. Donde su cuerpo cayó creció una bonita flor que hizo honor a su nombre y a su belleza.
En psicoanálisis, el mito de Narciso se recoge con el término narcisismo, o amor morboso del individuo hacia sí mismo.




domingo, 1 de febrero de 2015

Mirra

Era una bella joven hija de Tías o Cíniras. Su padre, o tal vez ella, se habían jactado de su hermosura,defendiendo que era mayor que la de la propia Afrodita, diosa de la Belleza. Enojada ésta por tales afirmaciones, provocó en el corazón de Mirra un amor loco por su padre, y logró que Mirra,ayudada por su criada que había emborrachado a su padre, se uniera a él carnalmente durante once noches.En la duodécima cita Tías descubrió el engaño y que su hija estaba embaraza y trató de matar a Mirra pero no lo consiguió a causa de su estado ebrio. Ésta, consiguió huir pero temiendo aún el peligro de la persecución de su padre, pidió ayuda a los dioses, que la convirtieron en el árbol de la mirra. Al cabo de diez meses desde que esa conversación ocurriera, un jabalí golpeó el árbol y, abriéndose su tronco nació Adonis, de quien se ocupó Afrodita.







jueves, 22 de enero de 2015

Midas

Midas era un rey de Frigia que contaba en su poder con innumerables tesoros y riquezas. A pesar de ello era ambicioso y codicioso y siempre estaba deseando más y más bienes materiales.
Un dia se encontró a Sileno (sátiro que crió a Dionisio) borracho y perdido en un bosque y  después de agasajarlo con guirnaldas de flores y exquisitos platos culinarios, le acompañó a la comitiva de Dionisio. El dios encantado con la amabilidad de Midas le premió con lo que el rey más deseara, y éste no dudó en solicitar la cualidad de convertir en oro todo lo que tocase. Ansioso por comprobar si su nuevo poder funcionaba realmente, fue rozando las ramitas del bosque, y éstas se convirtieron en oro y cogió piedras del camino, que también se transformaron en pepitas de oro. En su viaje, sus sirvientes fueron recopilando todo aquello que transformaba en oro, pero pronto esta tarea se hizo muy pesada; el caballo que transportaba a Midas se convirtió en una pesada estatua de metal y la cama donde  dormía adquirió el mismo carácter. El rey, no obstante, siguió igual de feliz que siempre.
Al llegar a palacio pidió una suculenta comida y de nuevo quedó encantado al ver que todos los cuencos y copas se convertían en oro, aunque menos regocijo le produjo que lo que intentaba comer dejase de ser alimento  al contacto con sus labios. Tampoco podía beber, pues el agua era hielo, muy valioso pero hielo, y el vino oro líquido.
Pronto la presencia de tanto dorado en su casa dejó de resultarle gratificante. Ver como sus hijos se transformaron en oro al abrazarlos le produjo un gran tormento, y decidió tratar de acabar con su mágica capacidad. Midas fue a visitar a Dionisio, rogándole seriamente que le retirase el poder que antaño le había concedido, el dios criticó el alocado sentir del rey pero de nuevo le concedió el deseo, indicándole que para liberarse del hechizo debía bañarse en las limpias aguas de la fuente de Pactolo.
Midas se dirigió hacia alli recorriendo un largo camino por el que dejó sus huellas doradas. Al llegar a la fuente de heladas aguas, el monarca zambulló todo su cuerpo y el hechizo desapareció. Midas pudo comer y beber y disfrutar de una vida jovial y sencilla como cualquier mortal.

Demasiada había sido la bondad y suerte que Midas había obtenido de Dionisio, y para compensarla, pronto le ocurriría algo que trocaría su afortunado destino. Un día Midas se encontró en un bosque a Pan y Apolo, que discutían sobre qué instrumento era más agradable al oído, si la flauta de caña de Pan o el laud de Apolo. Decidieron que Midas sería el juez en tan melodiosa disputa. Midas que era un poco duro de oído, decidió que Pan emitía la música más suave, y Apolo le castigó dotándole de unas enormes orejas de burro, que Midas pudo ver reflejándose en cada lago que encontraba. En su camino se escondía de los demás, avergonzado de su aspecto. Para esconder sus orejas, empleaba un largo turbante, no sabiendo nadie más que su barbero lo que dicho turbante ocultaba.
El barbero de Midas sabía que no podía contar el secreto, o la ira del rey se descargaría sobre él en forma de muerte, tal y como Midas le había amenazado, pero no pudiendo resistir la tentación, cavó un hoyo en la tierra donde nadie podía oirle y susurró: "Midas tiene orejas de burro". En el hoyo nació pronto una mata de cañas que cuando el viento las movía susuraban: "Midas tiene orejas de burro"

jueves, 9 de octubre de 2014

Medea

Era una hechicera, hija de Eetes, rey de la Cólquide y de la ninfa Idia. Era también familia de la maga Circe de la que aprendió muchos de los trucos que conocía.

Cuando Jasón acudió con los argonautas en busca del vellocino de oro, una flecha lanzada por Eros hizo que Medea se enamorara perdidamente de heroico viajero y le prometió ayudarle a conseguir sus propósitos si se casaba con ella y se la llevaba a Grecia. Jasón aceptó y Medea colaboró con él para lograr el vellocino de oro traicionando a su familia. Después, se casaron y llegaron a la tierra natal de Yolco, donde se realizaron festines para conmemorar la llegada del héroe. El rey Pelias se negó a entregarle el trono usurpado a su hermano, a pesar de que habían traído el vellocino. Medea conspiró para que sus propias hijas acabasen con él. Les demostró que podía rejuvenecer a un anciano cortando la garganta de un carnero, sumergiéndolo en un caldero con una pócima preparada por ella. pero cuando las hijas de Pelias hicieron lo mismo con su padre, éste no sobrevivió. Por lo que, Medea y Jasón fueron expulsados de Yolco y partieron hacia Corinto. Según otra  versión, Pelias mató a Esón, obligándole a suicidarse bebiendo sangre de un toro envenenado, y Jasón solicitó la ayuda de Medea para vengarse.

Sea como fuere, se trasladaron a Corinto y allí vivieron felices hasta que Jasón rechazó a Medea para casarse con la hija del rey de Corinto. Medea embriagada por la ira se vengó de Jasón y de la familia real. Envió un vestido a la princesa, y cuando ésta se lo probó se incendió todo el traje, ella misma, su padre y todo el palacio. Los hijos que Medea tuvo con Jasón fueron lapidados por los corintios, según unas versiones o sacrificados para Hera por Medea según otras.

La hechicera se trasladó volando a Atenas en un carro que le había proporcionado Helios, allí se casó con  el rey Egeo con quién tuvo un hijo, y cuando el héroe Teseo, hijo secreto de Egeo llegó a la ciudad, Medea trató de matarlo para no perder su poder. Tras descubrirse los maléficos planes de la reina hechicera, tuvo que huir hacia Asia, donde se reconcilió con su familia por haberse ido con Jasón.

Popularmente, las hechiceras de más renombre en Grecia procedían de Tesalia y, según la tradición, habían recibido de Medea sus conocimientos mágicos.
Los antiguos griegos creían que las magas o hechiceras tenían poderes sobre el cielo, la tierra y el infierno, así ni siquiera dioses como Zeus o Poseidón eran obedecidos ante el encantamiento de una de ellas. Para sus sortilegios, utilizaban plantas venenosas, huevos de mochuelo, sangre de sapo, los huesos de los muertos e incluso el tuétano de los niños. Con estos ingredientes en sus filtros, eran capaces de inspirar amor u odio, rejuvenecer o envejecer, resucitar o quitar la vida.
Némesis, Proserpina y Hécate eran de las diosas que practicaban las actividades mágicas.



miércoles, 10 de septiembre de 2014

La isla de Leúcade

Leúcade es una isla que se halla en el mar Jónico, cerca de Corfú. Es famosa porque posee un alto promontorio desde el cual se tiraban al mar los amantes heridos que querían olvidar sus penas y curar su pasión.
Afrodita, que no sabía como olvidar a Adonis, se lanzó desde este pormontorio por consejo de Apolo y quedó muy sorprendida al observar como salía de las aguas sin daño alguno. Este hecho se hizo enormemente famoso y fueron muchos los que se dirigían al lugar para olvidar sus penas de amor.
La preparación consistía en una serie de ofrendas religiosas y actos de fe, y todos los participantes se mostraban convencidos de que no sufrirían ningún percance gracias a la ayuda del dios Apolo. Sin embargo, con el paso del tiempo la costumbre cayó en desuso debido a lo preligroso de tal acción y los sacerdotes del lugar idearon un sistema que con barcas los recogían del agua. Pero, pasado más tiempo aún, también hubo muchas personas que se negaron a saltar de este modo y desde entonces el lanzamiento se sustituyó por tirar al mar un cofre lleno de plata, lo que resultaba igual de efectivo siempre que los participantes pasaran antes por todos los rituales.

La costumbre (totalmente verídica) de tirarse por el acantilado fue ejecutada por decenas de personas. No se conoce ninguna mujer que sobreviviera y entre los hombres, pocos lo consiguieron, entre ellos el poeta Nicóstrato.

martes, 26 de agosto de 2014

Película de Jason y los Argonautas


Jason

Era hjo de Esón, rey de Yolcos, en la región de Tesalia, nieto de Eolo. Según las distintas versiones su madre podría ser Alcimeda o Polímede. Esón había sido derrocado por su hermanastro Pelias y, ante tal traición, un oráculo había predicho a éste que uno de sus sobrinos lo mataría o derrocaría. Nada más nacer Jasón, y temiendo su madre la ira de Pelias, dijo que el niño había enfermado y luego anunció su muerte. Se celebraron unos funerales con mucha pompa y dramatismo para darle una mayor credibilidad a tal hecho. Jasón, en realidad, estaba totalmente sano, y estaba siendo criado por el centauro Quirón, que le enseñó artes como la astronomía o la medicina. Cuando Jasón cuplió veinte años, abandonó a su maestro y un oráculo le indicó que debía ir a Yolcos, semidesnudo con pieles de leopardo, el pie descalzo y dos lanzas. Al llegar a su ciudad natal, causó gran expectación y asombro y pudo hacerse oir. Anunció  que era el hijo de Eson y que quería recuperar su trono. Entonces Pelias, que temía tanto al joven como a un pueblo insatisfecho, ideó una estratagema para solucionar el problema que se le planteaba. Llamó a Jasón y le dijo que había tenido un sueño en el que un oráculo le decía que debía restablecer el honor de Frixo, un antepasado asesinado en la Colquide, trayendo sus cenizas a su tierra. Además, le dijo que en aquel lugar, Frixo también había dejado un vellocino de oro que le colmaría de riquezas. Después le prometió que si hacía todo esto le restablecería en el trono.
Jasón era un joven fuerte y aguerrido y no dudó en acometer tal empresa, entonces reunió a un grupo de acompañantes, los argonautas y emprendió la búsqueda del vellocino de oro. Para realizar tan notable hazaña y por consejo de Atenea, mandó construir una nave llamada "Argos", que sirvió de medio de transporte para Jasón y los argonautas en su búsqueda.
Durante sus múltiples hazañas conoció a Medea, hija del rey de la Cólquide, que guardaba el vellocino, quien le ayudó a lograr el éxito.
Cuando concluyó la búsqueda y recuperación del vellocino de oro, Jasón y Medea regresaron a Yolco con la misión cumplida. A partir de aquí existen múltiples versiones sobre lo ocurrido. En unas, Jasón logra el trono y en otras, simplemente se queda a vivir allí. Además Medea fue la que mató a Pelias, unas leyendas dicen que con el consentimiento de Jasón, y otras que sin él. Jasón y Medea tuvieron varios hijos, no hay acuerdo exacto en cuales fueron, y entre ellos se incluyen a Medeo, Eriopis, Feres, Mérmero, Tésalo, Alcimenes y Tisandro. Tiempo después se fueron a Corinto, lo que pudo deberse a un simple capricho o a su expulsión de Yolco por la muerte de Pelias. Allí fueron felices durante muchos años, pero el rey de Corinto, Creonte, quiso unir su estirpe a la de Jasón y le ofreció la mano de su hija Glauce, o Creúsa. Jasón aceptó sin dudarlo y rechazó a Medea, que tuvo que exiliarse. Sin embargo, antes de que esto ocurriera pudo preparar su venganza, que consumó con el asesinato de toda la corte real.
Tiempo después, y estando ya Jasón solo, se unió con Peleo para derrocar a los reyes de Yolco, Acasto y Astidamia, lo que logró de forma cruel. En cualquier caso, Jasón fue rey de Yolco hasta el final de sus días.

jueves, 24 de abril de 2014

Leto

Hija de Ceo y de Febe fue una joven diosa de la primera generación. Mantuvo un escarceo amoroso con Zeus quedándose embarazada del dios. Hera, su celosa mujer, prohibió a Leto dar a luz en cualquier lugar donde brillase el sol, viendose  obligada a vagar por el mundo en busca de un lugar en el que poder alumbrar. Siempre atentamente vigilada por la propia Hera, y también por Iris y Ares.
Para poder escapar más facilmente, Zeus la había convertido en codorniz, pero a pesar de esta discreta forma, no pudo liberarse de sus perseguidores. Finalmente, llegó a una isla errante llamada Ortigia, pero que desde entonces cambió su nombre por el de Delos, la brillante, donde Poseidón para despistar a Hera, construyó una enorme bóveda que permitiría a Leto dar a luz a sus hijos. Todos los dioses salvo Hera, asistieron al parto, incluida Ilitía, diosa de los alumbramientos, que no quería colaborar, pero que finalmente aceptó a cambio de importantes regalos. Leto dio a luz a dos gemelos, que luego se convertirían en importantes dioses olímpicos. Primero nació Artemisa, ayudando ella misma al nacimiento de su hermano Apolo, aistiendo así a los horrores del parto, lo que le hizo convertirse en una diosa virgen que despreciaba los amores masculinos.
Leto siempre fue protegida por sus hijos. Apolo mató a la serpiente Pitón cuando supo que había amenazado de muerte a su madre y al gigante Ticio, que pretendió violarla, instigado por Hera. Junto a su hermana Ártemis atacaron a Níobe y a sus hijos porque habían humillado publicamente a su madre.
Un día que Leto, en su constante huida de Hera que le prometió odio eterno, llegó exhausta a la isla de Licia, pidió socorro a unos campesinos que descansaban cerca de una laguna, solicitándoles un poco de agua. Éstos se negaron a entregársela, dominados por Hera, e incluso, se atrevieron a enturbiarla. Entonces, Zeus acudió presto al lugar, ayudó a Leto, y convirtió a los malvados campesinos en ranas, animales que tienen en el barro su modo de vida.


Ícaro y Dédalo

Dédalo era, según las tradiciones atenienses, hijo de Alcipe, que a su vez, era hija de  Crecops. La paternidad de Dédalo es más confusa y se atribuye a Eupálamo, a Palamaón o a Metión.
Dédalo era un magnífico escultor y arquitecto, protagonizando por estas virtudes diferentes leyendas de relevancia. Su sobrino Talos trabajó con él como discípulo, pero pronto resultó incluso más inteligente que el propio Dédalo, lo que demostró al inventar la sierra, una herramienta muy útil para sus labores, inspirándose en las espinas de los peces. Dédalo tenía mucha envidia de tal invento y lanzó a su sobrino desde lo alto de un tejado en la Acrópolis, provocándole la muerte. El tribunal del Aerópago le juzgó y lo expulsó de la ciudad, marchándose a Creta.

 En el reino de Minos encontró una gran acogida y allí realizó diferentes trabajos de importancia. Destacó por ejemplo, por la construcción de Talos, una enorme estatua de bronce, símbolo de la defensa militar de la ciudad. Esculpió una vaca para el Minotauro, construyó una amplia pista de baile para Ariadna, y por petición del rey, construyó un enorme y complejo laberinto en la ciudad donde fue encerrado el Minotauro, una horrible bestia. Estaba formado por multitud de pasillos de los que era imposible hallar la salida y que, como únicos signos distintivos, tenía un tablado en la entrada para los coros de danzantes que participaban en las diferentes consagraciones al Minotauro. La salida sólo era conocida por Dédalo y por Ariadna, hija de Minos, a quien el constructor le había transmitido el secreto. Cuando el joven Teseo llegó a la ciudad para matar al Minotauro, Ariadna le ayudó a salir del laberinto gracias a los conocimientos aprendidos de Dédalo. Minos, para que Dédalo no revelara a nadie como salir del laberinto  lo encerró en él junto con su hijo Ícaro. Quedaron allí presos durante mucho tiempo hasta que Dédalo pudo por fin hallar, gracias a su enorme inteligencia, una forma de liberarse de su cautiverio. Solicitó a sus carceleros plumas y cera, con la excusa de querer hacerle un regalo al soberano Minos y con todo esto creó unas alas para su hijo y para él. Tras probarlas, comprobó que servían sin problemas para volar y se las colocó a su hijo, advirtiéndole muy seriamente que no se acercase mucho al sol, porque la cera se fundiría y caería muerto, pero tampoco al mar, porque la sal endurecería la cera y la haría demasiado pesada para sus pocas fuerzas.
Emprendieron el vuelo, y se mantuvieron siempre en una posición adecuada para sus necesidades pero cuando Ícaro se confió empezó a subir en altura, admirado de todo cuanto le rodeaba, y se acercó tanto al sol que  se desprendieron sus sujeciones, al derretirse la cera, las plumas se separaron cayendo Ícaro hacia el mar. Cuando Dédalo pudo oir sus gritos de espanto ya era tarde, e Ícaro había muerto, dando nombre a esa tierra como Icaria.



Según una leyenda el propio Heracles se encargó de darle sepultura en la isla Doliquea. Dédalo, por su parte, llegó a Cumas, Italia, sin problemas y allí levantó un templo en honor de Apolo. Desde allí se fue a Sicilia, donde reinaba Cócalo, que le dio protección frente a Minos, que no luchaba más que por apresar al fugitivo, si bien no tuvo suerte y halló la muerte en tal empresa. Junto a Cócalo, Dédalo siguió dedicándose a la construcción, haciéndose cargo de un embalse en el río Alabón, unos baños en Selinunte, una fortaleza en Agrigento y una terraza para el templo de Afrodita en el monte Érix.

En psicología, Ícaro simboliza al hombre que intenta huir de su neurosis (laberinto) a través de medios utópicos, que a veces se disfrazan con medios tecnológicos, como las alas de cera (fármacos).

jueves, 20 de marzo de 2014

Jacinto

Era un bello espartano, hijo de Amiclas, pero su importancia reside por ser el amigo íntimo de Apolo, quien le había prometido enseñarle a tocar el laúd y tirar el arco, como método para verle más a menudo pues le apreciaba mucho.
Céfiro, dios del viento del Oeste, también sentía gran estima por Jacinto pero no era nunca correspondido mientras que Apolo sí recibía continuas muestras de afecto y cariño por parte de Jacinto. Céfiro atormentado por los celos, decidió dar muerte a Jacinto y un dia que jugaban al disco, desvió  el disco golpenado la sien del joven con tal violencia que logró su objetivo. Apolo intentó salvarlo con las plantas de mayor capacidad curativa pero fue inútil y Jacinto murió convirtiéndose en una flor, pero no en el jacinto, sino en el lirio o en la espuela.
Otras leyendas afirman también que la muerte se debió a un disco pero lanzado accidentalemnte por Apolo. Por otra parte, a menudo se ha considerado que la relación entre los personajes implicados en este mito no eran de amistad sino de amor y deseo.

Hipólito

Su padre fue el héroe Teseo, y su madre dependiendo de las versines existentes: Hipólita, reina de las Amazonas, Antíope o Melanipa. Su padre se  casó con Fedra, con quien tuvo dos hijos, tras lo cual Hipolito fue enviado a la región de Trecén donde le acogió hospitalariamente el rey Piteo que le nombró su heredero.
Al joven le gustaba mucho la caza y la vida en naturaleza por lo que siempre estaba realizando ofrendas a Artemisa y depreciaba los amores femeninos, lo que enfadó a Afrodita. Entonces para vengarse, Afrodita promovió en Fedra un apasionado amor por su hijastro Hipólito, de lo que éste tuvo conocimiento en una carta que ella le envió. Cuando Hipólito la rechazó, Fedra, perdida por el amor que sentía, se ahorcó, no sin antes dejar escrita una nota para su marido en la que acusaba a Hipólito de querer seducirla. Cuando Teseo descubrió lo sucedido pidió a Poseidón que diera muerte a su hijo.
Un día, que Hipólito iba camino de su hogar en su carro de caballos por las costas de Trecén, un horrible monstruo emergió de las aguas, asustando a los caballos, que desbocados, terminaron lanzando el carro de Hipólito y a éste hacia unos peñascos. Ocurrida tal desgracia, Ártemis enojada por todo lo sucedido, buscó a Teseo, diciéndole la verdad de todo lo sucedido, y éste aún tuvo tiempo de encontrarse con su hijo, a punto de expirar, y pedirle perdón. Artemisa, entonces, aseguró que se vengaría de Afrodita (lo que llevó a cabo provocando la muerte de Adonis) y prometió fastuosas honras fúnebres y que las generaciones futuras sabrían a la perfección de su virtud y del pecado de Fedra.
Tras su muerte, Hipólito fue honrado en la región como un héroe. Las jóvenes le ofrecían un bucle de sus cabellos antes de casarse y muchos creían que había sido convertido en la constrlación del cochero.
Otra versión de la leyenda afirma que Asclepio lo resucitó y Artemisa lo convirtió en un dios menor, llamado Virbio (significa hombre dos veces) y lo envió a un santuario italiano donde prohibió la presencia de caballos para que no recordase su pasado.


La historia de Hipólito fue inmortalizada por Eurípides en su obra Hipólito.

lunes, 17 de febrero de 2014

Hero y Leandro




Hero fue una hermosa joven que vivía dedicada al cuidado de uno de los templos que Afrodita tenía en Grecia. Su belleza y encanto eran tan sublimesque incluso Apolo y Eros la deseaban para ellos. Sin embargo, Hero se había enamorado de un joven muchacho llamado Leandro, que pasaba por allí de cuando en cuando a cortejarla y entretenerla con sus halagos.
Leandro vivía cerca de Hero, pero entre sus poblaciones se situaba un pequeño estrecho de mar que había que superar en cada visita. Los padres de ambos jóvenes se opusieron a su boda y un día hartos de sus encuentros les prohibieron terminantemente cualquier contacto. Los jóvenes idearon un plan para verse en secreto, cada noche Hero encendía una lumbre en una ventana de su casa, y esta servía de guia para que Leandro, en la orilla opuesta, cruzase con su barco o a nado el estrecho hasta alcanzar a su amada. Así pasaron juntos muchas noches, no sin cierto temor a ser descubiertos, lo que obligaba a Leandro a volver muy temprano.
Una noche hubo un fuerte vendaval que apagó la lumbre encendida por Hero y Leandro, que ya estaba cruzando el corto camino, por más que se esforzó en llegar a su meta, fue tragado por las horribles aguas. La asustada Hero corrió a la mañana siguiente a la playa para obtener información, y cuando estaba atisbando el horizonte, vió el cuerpo muerto de Leandro  depositado en la orilla. Horrorizada, Hero se lanzó a las aguas  aún turbulentas, en busca del alma de su único amado.

lunes, 30 de diciembre de 2013

12º trabajo: capturar a Cerbero

Tenía que llevar ante Euristeo al perro de dos cabezas y cola de serpiente que custodia la entrada al Hades, el reino de los muertos. Como condición tenía que reducir al animal sin la ayuda de ninguna arma, solo con su fuerza. Lo que hizo con la ayuda de Hermes, fue bajar hasta el Hades y pedir a Perséfone y al mismo Hades que le prestasen a su perro guardián. Los dioses accedieron a cambio de que no le hiciera daño al animal, y le entregaron la temible bestia que Hércules presentó ante un aterrorizado Euristeo, que decidió conceder la libertad al hijo de Zeus.

11º trabajo: Robar las manzanas del Jardín de las Hespérides

Esos frutos eran de oro y constituían la fuente de la eterna juventud de los dioses. Este maravilloso jardín se situaba en las comarcas por donde el sol desaparece, y en él habitaban las Hespérides, las ninfas que se encargaban de protegerlas junto con una serpiente inmensa. Sin embargo el emplazamiento exacto del jardín era un enigma. Hércules vagó durante mucho tiempo intentando encontrarlo, hasta que a instancias de las ninfas fue a consultar a Nereo, el que conoce los secretos. Cuando Hércules encontró a Nereo lo encadenó obligandóle a rebelarle la situación del refugio de las Hespérides, con lo que Hércules terminó trasladándose hasta más allá, donde el poderoso Atlas sostenía la bóveda celeste sobre sus espaldas. El gigante se ofreció a ayudar a Hércules, matando la serpiente que custodiaba el jardín en su lugar, si él, se ocupaba de sostener el cielo, el héroe accedió a cambiar de posición con Atlas y, mientras éste conseguía las manzanas y regresaba, él sostuvo sobre su descomunal espalda la bóveda celeste.

10º trabajo: capturar los toros rojos de Gerión

El rebaño de este gigante habitaba en una isla más allá de los confines de la tierra, Eriteia. Al llegar al final del mar mediterráneo encontró el paso cerrado por las rocas, Heracles las apartó creándo así el Estrecho de Gibraltar, poniéndo como límite de éste dos columnas, una en el peñón de Gibraltar y otra, en el monte Hacho (Ceuta).
El mostruoso gigante estaba dotado de tres cuernos y además para resguardar a sus animales se ayudaba de un pastor feroz, Eurition y de un perro de dos cabezas y cola de serpiente llamado Orto (hermano de Cerbero, el can que guardaba la entrada al Hades). Hércules consiguió llegar hasta la isla de Gerión, gracias a la copa que Helios usaba para desplazarse por el firmamento y que prestó de buena gana al hijo de Zeus, una vez allí acabó con Eurition y Orto rapidamente, sin embargo la batalla que estableció con Gerión fue bastante prolongada, hasta que usando una de sus flechas acabó con él. Usando la copa de Helios se trasladó con los animales y tras superar diversas dificultades consiguió llevar parte de los toros rojos ante la corte de Euristeo, quién los sacrificó para Hera.